Apreciado amigo(a), si hoy tomó la decisión de seguir a Cristo, le animamos a que cualquiera que se su situación ante el Señor, revise en su mente y en su corazón cada uno de estos simples pasos bíblicos y avance hacia una verdadera vida victoriosa en Cristo.
Paso 1
Dios nos ama.
Porque nos ama, desde el principio Dios preparó un lugar para el hombre y la mujer: el cielo. La Biblia lo describe como una ciudad con calles de oro (Apocalípsis 21:21). El mensaje del evangelio son las buenas noticias de que Dios se acercó a nosotros en su Hijo Jesús, quien se hizo hombre para alcanzarnos. Por eso, la iniciativa es de Dios, quien nos creó y nos ama hasta el punto de entregar a Su único Hijo para reconciliarnos con Él (Romanos 5:10-11: Juan 3:16).
Paso 2
Todos somos pecadores.
Desde el principio de los tiempos, el ser humano utilizó la libertad con que Dios lo creó para apartarse de Él y violar Sus leyes. La palabra pecado tiene dos traducciones literales: una es errar al blanco y la otra es transgredir o traspasar una línea marcada o una cerca.
Dice la Biblia en una carta que San Pablo les escribió a los cristianos de Roma: Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3:23).
En el principio, el hombre y la mujer pecaron, traspasaron la línea marcada por Dios. Así, toda la humanidad está manchada por ese pecado original. Por eso, de forma natural, el ser humano se inclina a hacer lo malo. Estos deseos naturales de hacer lo malo nos llevan a transgredir las líneas marcada por Dios. Y si usted se considera bueno porque siempre ha llevado una vida decente, déjenos decirle que a pesar de parecer bueno, es malo. El apóstol San Pablo nos dice en (Romanos 3:12); Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!
Paso 3
Cristo murió por nosotros.
Leemos en Romanos 5:8: "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!"
San Juan escribió en 1 Juan 1:7: "La sangre de Su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado".
¿Por qué la SANGRE?
Porque según la antigua ley, sólo un sacrificio que involucre la sangre, es decir, el concepto de la vida misma, es aceptable para ser perdonado.
Porque ya no es la sangre de un animal que los antiguos sacrificaban. Y porque ahora es la vida del Hijo de Dios, puesta en sacrificio, ya no es necesario repetirlo. Una sola vez Jesús murió por usted y ahora ese sacrificio (si lo acepta) es válido para que Dios lo perdone.
La victoria no sólo está en la muerte por usted, sino en que luego RESUCITÓ y hoy está vivo para seguir ayudándole a vivir de acuerdo con Sus reglas, que siempre son las mejores para nosotros, porque somos sus criaturas y nadie mejor que el fabricante para saber qué es lo mejor para lo que creó.
Paso 4
Recibo a Cristo en mi corazón y acepto su sacrificio por mí.
Cuando una persona cree y acepta el sacrificio de Jesús, Dios la perdona y la acepta como hijo. El apóstol San Juan escribo en Juan 1:12: "Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios"
Paso 5
Soy salvo y comienzo a crecer en mi nueva vida.
Ahora que aceptó a Cristo y su sacrificio por usted, es salvo. Dios ya no lo ve tal cual es, sino que lo ve perdonado a través del sacrifico de Jesús. Comienza a crecer en una nueva vida con esperanza, con un motivo, con un norte al cual dirigirte.
Oración de arrepentimiento
Padre celestial, reconozco que soy pecador(a). Me arrepiento de mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó de la tumba y que vive para siempre. Le abro la puerta de mi corazón y de mi vida, y recibo al Señor Jesús como mi Salvador. Deseo que Él sea el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús. Amén"
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9 - RVR1960
Si haz echo esta oración te invitamos a que te pongas en contacto con nosotros.
36 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16 - RVR1960